Paso 1 – Preparación y configuración del volante
Lo primero que debes hacer es descargar los drivers de Logitech y estás jugando en una computadora. Luego, abre el programa y conecta tu volante. Asegúrate de que el programa reconozca correctamente tu volante antes de continuar. Ajusta los parámetros de sensibilidad de los pedales, asegurándote de que el embrague, los frenos y el acelerador estén configurados al 50%. También verifica que el modo combinado esté desactivado.
Paso 2 – Configuraciones en el juego
Una vez que hayas realizado las configuraciones iniciales en el volante, abre el juego Assetto Corsa Competizione y ve al menú principal. Dirígete a las opciones y selecciona «Controles». Aquí es donde realizarás las configuraciones específicas del juego.
Paso 3 – Configuración del volante en el juego
Dentro de las opciones de control, asegúrate de seleccionar la configuración de volante en lugar de mando o teclado. Aquí encontrarás diferentes parámetros que puedes ajustar. Comienza con la sensibilidad de giro del volante, donde se recomienda configurarlo a 900 grados y con una sensibilidad del 50%.
Paso 4 – Configuración de los pedales
Continuando con la configuración, dirígete a la sensibilidad de los pedales. Aquí, ajusta el embrague, los frenos y el acelerador al 50%. Asegúrate de desactivar el modo combinado en la sección de pedales.
Paso 5 – Configuración de la fuerza del volante
Uno de los parámetros más importantes a considerar es la ganancia, que determina la fuerza que el volante transmitirá al jugador. En este caso, la ganancia recomendada es alrededor del 90%. Ajusta la fuerza mínima en un 4-5% para garantizar que se sientan las fuerzas mínimas sin distorsionar la información transmitida.
Paso 6 – Otros parámetros
Existen otros parámetros que pueden ajustarse, como la fricción de las ruedas y la amortiguación dinámica. Sin embargo, la efectividad de estos parámetros puede variar dependiendo del juego y del volante utilizado. Puedes experimentar con ellos según tus preferencias, pero ten en cuenta que pueden no tener un impacto significativo.